La secadora es ese electrodoméstico que, poco a poco se ha convertido en un inseparable de la lavadora. En las zonas con alta humedad es prácticamente un imprescindible, ya que la ropa tarda mucho en secarse y, si se tiende en lugares interiores, puede quedarse con olor a humedad.
En las zonas más secas suele venir muy bien en invierno y en las épocas que en las que llueve más continuádamente. Vivas en la zona que vivas, tener a mano recambios siempre viene bien, independientemente del tipo de secadora que utilices.
Se trata de un tipo de secadora muy buscado, ya que no es necesario contar con una salida que evacúe el aire caliente. Al no renovarlo no es necesario que recoja aire frío continuamente, por lo que es más eficiente energéticamente. Eso sí, el agua procedente de la ropa va a parar a un depósito que se debe vaciar regularmente
Su mecanismo es parecido al de las de condensación, pero se diferencian en la forma de calentar el aire. Mientras que las secadoras de condensación lo hacen a través de una resistencia, estas lo hacen con el condensador de una bomba de calor. Aunque suelen ser más eficientes, puede que sus programas sean más largos, pues una resistencia calienta el aire más que una bomba de calor.
Las secadoras de evacuación son las primeras que llegaron al mercado y las reconocemos por su mecanismo de evacuación de aire que hace que tengan que instalarse cerca de una ventana. Este sistema suele constar de un tubo que expulsa la humedad hacia el exterior. Debido a este sistema, las secadoras de evacuación suelen precisar de un poco más de mantenimiento.
Muchas veces un electrodoméstico deja de funcionar correctamente y eso nos lleva a pensar que es el fin del mundo. Pero la verdad es que la mayoría de veces la secadora puede dejar de funcionar por motivos que tienen fácil arreglo e incluso nosotros/as mismos/as podemos arreglarlo o cambiar la pieza deteriorada. A continuación te mostramos algunos de los fallos más comunes.
En el caso de las secadoras de evacuación suele ocurrir que no secan bien o que no lo hacen de manera uniforme. Muchas veces puede que haya algo que impida el paso del aire ya sea de entrada o de salida.
Como sabemos, estas secadoras recogen aire frío, lo calientan mediante una resistencia para que absorba la humedad y lo vuelven a expulsar al exterior. Si algo colapsa este flujo de aire, el electrodoméstico verá menguada su eficacia. Revisa frecuentemente el tubo de evacuación y si necesitas cambiarlo no lo dudes y hazlo tú mismo/a.
También es recomendable que de vez en cuando revises las resistencias de tu secadora. El paso del tiempo puede afectar a su potencia hasta que deje de funcionar correctamente.
En las lavadoras de condensación, puede ocurrir que el condensador se obstruya por suciedad o fibras de la ropa. Esto evitará la correcta circulación de aire cálido que secará la ropa. Por eso es aconsejable que, una o dos veces al mes revises esta pieza y la limpies un poco.
Otra avería común que es muy fácil de reparar. Debido al uso, la correa que provoca el giro del tambor se puede romper. Si el tambor no gira, la colada tardará muchísimo tiempo en secarse. Si notas que la secadora no funciona correctamente, echa también un vistazo a la correa.
Por tres motivos: es barato, sencillo y eficiente. Comprando tu propio repuesto para la secadora podrás cambiarlo por ti mismo/a o podrás llamar al profesional de confianza que prefieras para que lo instale.
Muchas veces una sencilla reparación puede alargar considerablemente la vida de un electrodoméstico, por lo que no tendrás que deshacerte de él y lo más importante, no tendrás que comprar uno nuevo.
En Surec somos expertos en suministros y recambios de electrodomésticos. Disponemos de todo tipo de recambios originales y de gamas blancas para todo tipo de marcas; Bosch, Indesit, Balay, Edesa, Beko, Whirpool, AEG, Candy, Otsein, Electrolux, Fagor, Aspes, Miele, Rowenta y muchas más.
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