Cómo alargar la vida útil de nuestro calentador de agua, termo eléctrico o caldera
Ya llega el frío y hay que estar prevenidos para meternos en casa y atrincherarse en el sofá, agarramos el mando de la televisión y preparar la calefacción para afrontar estos meses de la mejor manera posible.
Uno de los elementos que mayor confort nos proporciona a la hora de habitar nuestra casa es el agua caliente, por eso es importante que la vida útil de nuestra caldera, calentador de agua o termo eléctrico sea lo más larga posible.
Diferentes maneras de calentar el agua
Dentro de los electrodomésticos que se encargan de calentar el agua, podemos encontrar tres tipos diferentes.
Si estás pensando en cambiar tu viejo calentador de agua y todavía no sabes cuál es la mejor opción para cubrir tus necesidades, tendrás que tener en cuenta el tamaño de tu casa, la instalación (si dispones de gas o solamente de energía eléctrica) y de otras necesidades.
Hay infinidad de modelos y, conforme más avanza la tecnología, más se adaptan a nuestro tiempo. Incluso ya existen en el mercado calentadores de agua con wifi o que funcionan a través de la voz.
Caldera
Las calderas suelen funcionar con gas natural o gasóleo y no solo se encargan de calentar el suministro de aguas sanitarias, sino que además alimentan los diferentes elementos de calefacción como el suelo radiante o radiadores.
Calentador de agua
Los calentadores de agua generan agua sanitaria caliente gracias a un serpentín que se calienta mediante la combustión de gas. Permiten disfrutar de agua ilimitada, pero tienen un límite de producción por minuto, todo depende de la capacidad del calentador de agua.
Termo eléctrico
Los termos eléctricos acumulan una cantidad limitada de agua que calientan gracias a una resistencia eléctrica. Cuando ese agua se consume, hay que esperar cierto tiempo a que el termo eléctrico se recupere.
Posibles problemas
La vida útil de un calentador de agua, termo eléctrico o caldera será más larga o más corta dependiendo de diversos factores, entre los que están los materiales de fabricación, la ubicación en la que se haya montado la instalación, la climatología que pueda afectar al equipo, etc.
Por lo general, se estima que estos aparatos pueden llegar a durar entre 12 y 18 años, pero para llegar a tales cotas se deben aplicar diferentes dinámicas que ayuden a alargar su vida útil.
No saltarse las revisiones
Lo primero que hay que tener en cuenta es que, ya se trate de un calentador de agua, un termo eléctrico o una caldera, todos deben someterse a revisiones periódicas para asegurar su correcto funcionamiento. Las revisiones permitirán hacernos una idea del estado de sus componentes Además, siempre nos saldrá mucho más barato cambiar alguna pieza de vez en cuando que descubrir una avería demasiado tarde y tener que desembolsar el importe de un aparato nuevo.
Atiende a los avisos
El panel de control del calentador de agua, termo eléctrico o caldera tiene diversos indicadores que pueden dar la voz de alarma ante alguna anomalía. Conocer estas señales es obligatorio para saber si todo funciona correctamente.
Cuidado con la cal
Sobre todo en los termos eléctricos y en los calentadores de agua, la dureza del agua puede afectar muy negativamente a su rendimiento. Que el agua sea más o menos dura lo determinan los niveles de magnesio y calcio del agua. De esta forma, cuando el agua se calienta, forma sedimentos que se van acumulando poco a poco en el fondo del tanque y pueden llegar a cubrir el portavainas, que se encarga de alojar la resistencia que calienta el agua.
Un gran sedimento de cal puede aislar el agua de la fuente de calor, lo que provoca un sobrecalentamiento y un inminente daño en el revestimiento del tanque, que comenzará a corroerse de dentro hacia fuera. En el momento en el que se produzca una fuga, el único arreglo es cambiar el calentador de agua o el termo eléctrico completamente.
Enjuagar el tanque
Enjuagar el tanque de los termos eléctricos ayuda a prolongar su vida útil. En caso de que durante el drenaje el agua salga limpia, todo debe ir bien. Si por el contrario sale sucia, lo mejor es drenar el termo eléctrico al completo.
La varilla de ánodo
Los fabricantes intentan centrar los diseños en resistir la corrosión. Para ello revisten los tanques con vidrio y añaden al interior del termo eléctrico una vara de ánodo cuya misión es descomponerse a través de electrólisis y proteger así el tanque del termo eléctrico.
Reemplazar la varilla de ánodo cuando sea necesario es sinónimo de un buen cuidado de nuestro termo.
Tanto si dispones de un termo eléctrico, como de un calentador de agua o una caldera, lo más recomendable es que las revisiones las realice profesional cualificado. Para cualquier repuesto que sea necesario, puedes encontrarlo en nuestra tienda surec.es. Para cualquier duda, puedes ponerte en contacto con nosotros a través del teléfono, whatsapp o correo electrónico.
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